- El vacío de poder podría empeorar un panorama que ya venía enrarecido con el reiterado aplazamiento de un calendario electoral.
El ataque perpetrado este miércoles en la madrugada, donde perdió la vida el presidente de Haití, Jovenel Moise, agrava la enorme crisis de seguridad por la que atraviesa el país desde el político que venía gobernando mediante decreto, en vista de la falta de un Parlamento electo.
Lo cierto es que en la medida que la situación empeoraba, Moise venía cambiando las fechas de un calendario electoral. Hubo varios aplazamientos para un referéndum que inicialmente se había convocado para el mes de abril. Luego vino un segundo aplazamiento para el pasado mes de junio y finalmente la fecha se movió para septiembre, lo que coincidiría con las elecciones presidenciales.
Así fue el ataque
Era la 1:00 de la madrugada en el país más pobre del hemisferio occidental, cuando un grupo armado -que en un comunicado describen como extranjeros ni identificados que hablaban español- llevó a cabo un asalto a la residencia presidencial.
Horas después, el primer ministro interino, Claude Joseph confirmó en un comunicado la grave noticia: Jovenel Moise había sido asesinado a balazos y su esposa Martine Moise también resultó herida en el ataque.
Total incertidumbre
Desde el pasado mes de abril Joseph asumió como Primer Ministro de forma interina y venía denunciando un incuestionable problema de la inseguridad. Desde esos días insistió en la realización del referéndum y las elecciones generales, para lo que pedía apoyo al Consejo Electoral haitiano.
Con el asesinato de Jovenel Moise, Haití se hunde en una total incertidumbre, aunque Joseph hizo un llamado a la calma de la población, afirmando que la situación está controlada, al tiempo que pidió apoyo para mantener la continuidad del Estado y calificó el hecho como “acto de barbarie”.
