- Estas momias son la octava maravilla chilena que han sido declaradas por la Unesco.

El Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró este martes la Cultura Chinchorro chilena como un patrimonio mundial de la Humanidad, luego de 20 años de lucha para lograrlo.
Se trata de un tesoro cultural que ha sido una pieza fundamental para los estudios arqueológicos de Latinoamérica, pues es una civilización que momificó en el desierto de Atacama a sus grandes faraones, tres mil años antes que los egipcios.
Al respecto, el presidente Sebastián Piñera hizo una publicación a través de su cuenta de Twitter en la que hizo énfasis en la importancia que tiene este reconocimiento del valor que tiene el proceso de momificación universal de los cuerpos humanos más antiguos del mundo, el cual se llevó a cabo al norte del país.
Hoy en día son cientos de momias que datan de hace unos seis mil años y que se encuentran conservadas en diferentes estados, pues algunas de ellas se han rescatado y trasladado a los museos, mientras que otras se exponen en el sitio en el que se hallaron. Además, hay decenas de ellas que aún están sepultadas, aun cuando los arqueólogos lo han advertido.
Las primeras de ellas fueron momias de procedencia natural, que se generaban como consecuencia de las condiciones climáticas extremas propias del desierto de Atacama, al que se le considera como el más árido del planeta. Después de esto, la cultura Chinchorro empezó el proceso de intervención de los cuerpos, convirtiéndose finalmente en taxidermistas con grandes habilidades.
Este grupo de humanos tuvo la capacidad de desarrollar una gran capacidad para adaptarse a condiciones extremas y realizaban rituales funerarios muy estéticos que dan una idea de la complejidad espiritual y simbólica de su cultura.