- Este lunes protagonizaron nuevas protestas en Valparaíso, incluyendo un “cara pálida” desde el techo del sindicato de estibadores.
Los trabajadores del puerto de Valparaíso cumplen hoy 31 días consecutivos en huelga que incluyen la paralización de la Terminal Pacífico Sur (TPS), una de las instalaciones de tráfico marítimo-terrestre más importantes de Chile.
Las exigencias de mejoras salariales y un bono de término de conflicto han motivado propuestas por parte de la empresa, que los casi 750 trabajadores han calificado de “insuficientes”.
Los portuarios han generado cortes de tránsito en las principales avenidas de la ciudad e incluso amenazan con boicotear la fiesta de Año Nuevo, donde más de un millón de personas llegan a Valparaíso para celebrar las fiestas.
TPS, que moviliza un millón de contenedores de 20 pies al año, ofertó a los trabajadores un bono de 150.000 pesos (unos 220 dólares) para terminar con la huelga, lo cual fue rechazado en la última negociación.
La Cámara Aduanera de Chile ha calculado que el fisco ha perdido al menos 16 millones de dólares por la paralización de la actividad, debido a que el 56% de la exportación frutícola del país sale por el puerto de Valparaíso.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, ha destacado la necesidad de llegar a un acuerdo.
“Solicité al presidente que intervenga en este conflicto, porque han pasado ministros, intendente, empresa portuaria, y nos ha sido imposible hacer entender a TPS que está en rebeldía hacia el Estado de Chile, que tiene que construir un acuerdo decente que permita que este conflicto se acabe”, dijo.
Mientras tanto, el presidente Sebastián Piñera mantiene silencio sobre el asunto, al tiempo que el ministro de Trabajo, Nicolás Monckeberg, sostuvo que el conflicto “le hace un daño a la imagen de Chile”, razón por la que instó a la empresa y los trabajadores “a sentarse a conversar.