- La plataforma de mensajería instantánea reveló que fue atacada de nuevo para vulnerar su sistema de mensaje y explicar que sufrió un “robo selectivo” de datos.
WhatsApp vuelve a ser atacada, esta vez los hackers fueron más selectivos al buscar información lo que ha hecho que los desarrolladores de la compañía insten a los usuarios a “actualizar la aplicación a su última versión” y a mantener al día su sistema operativo como medida de “protección”.
La compañía propiedad de Facebook, dijo haber detectado una vulnerabilidad en su sistema que permitió que piratas informáticos instalaran un software espía en algunos teléfonos y accedieran así a los datos contenidos en los dispositivos.
Esto ocurrió antes de que la propia WhatsApp revelara a un medio estadounidense que había sido atacada y que dicho agravio iba en perjuicio de unos 1500 millones de usuarios en todo el planeta.
La app instó a todos sus usuarios a “actualizar la aplicación a su última versión” y a mantener al día su sistema operativo como medida de “protección”.
WhatsApp, que fue adquirida por Facebook en 2014, indicó que en estos momentos aún no puede precisar cuántas personas fueron afectadas, pero aseguró que las víctimas fueron elegidas “de forma específica”, de manera que en principio no se trataría de un ataque a gran escala.
Según los propios desarrolladores el “spyware” o software espía que se instalaba en los teléfonos “se asemeja” a la tecnología desarrollada por la empresa de ciberseguridad israelí NSO Group, lo que llevó a WhatsApp a situarla como principal sospechosa detrás del programa de espionaje.
La vulnerabilidad en el sistema, para la que la empresa sacó un parche este mismo lunes, fue detectada hace sólo unos días y por el momento se desconoce durante cuánto tiempo estuvieron produciendo las actividades de espionaje.
Los hackers llevaban a cabo una llamada a través de WhatsApp al teléfono a cuyos datos deseaban acceder e, incluso en el caso de que la persona receptora no respondiese a la llamada, un programa de “spyware” se instalaba en los dispositivos.
En muchos casos la llamada desaparecía posteriormente del historial del aparato, de manera que, si no había visto la llamada entrar en su momento, el usuario afectado no llegaría a sospechar nada.